Hasta las estrellas

Fui a la cabaña del leñador. Antes había estado con mis amigas, todas se han puesto histéricas y le dieron la razón pero tambien dijeron que si no quería pues que no lo hiciera... vamos, un poco lo que dice toda persona racional... Asi que me atreví. Fui hasta la cabaña del leñador. En realidad es una casita de madera situada en un extremo de la playa, pegada al pequeño bosquecillo que empieza allí. No se oía nada, ni un sonido, ni un murmullo, nada. Decidí entrar y menuda sorpresa me llevé cuando me encontré toda la caseta llena de estrellas. El techo estaba cubierto por decenas de ellas y las paredes y hasta el suelo. Algunas velas alumbraban el lugar, estaba todo sereno, tranquilo, relajado. En el suelo había también tres esterillas estiradas que alejaban la arena. Fuera se oían las olas, por una pequeña ventana se veía la luna, decreciente pero aun hermosa. Además de las esterillas había algunas sábanas y mantas. Era el sitio más fantástico del mundo. Pero lo mejor de todo era él. Él, perfecto. Tumbado sobre una esterilla, durmiendo con algo en la mano, un paquete. Sin camiseta, con el pelo rubio alborotado. Era tarde, no eran las 9 como acordamos, eran más de las 12. El pobre debía llevar allí más de cuatro horas. Y entonces me di cuenta de que si que quería. Que nadie más que él. Que yo tambien le quería a él, que mis miedos debía guardarlos, dejarlos atrás. Que si no era con él, no sería con ninguno. Debía darle ese regalo de despedida y él a mi igual. Era el chico más maravilloso del mundo. y Me tumbé con él y le susurré al oído que si él me llevaba a las estrellas, yo le llevaría al infinito. Le acaricié por delante y él se movió. Le besé tras la oreja. en la cara y él se fue despertando. Me abracé a él. Se levanto despacio. y me vio a su lado. Se incorporó y me dijo que solo si yo quería. Asentí y le bese como creo que no había hecho anteriormente. Y me quité despacio la camiseta, quedó el bikini, le cogí su mano y la puse en mi espalda, para que lo desabrochara y yo puse mi mano en su bañador, quitándoselo poco a poco. El entonces reaccionó y se volvió más salvaje, más autentico, más hombre, entre risas nos besamos y poco a poco... bueno, creo que ya sabéis lo que viene después... Me quitó la parte de abajo y nos seguimos besando y besando, acariciando, suspirando, haciendo sentir todo nuestro cuerpo, juntandonos el uno con el otro. Siendo uno...
Creo que ya he dado bastantes detalles jejeje... Sigo contando ;)
Nos tumbamos en las esterillas, yo recostada sobre él y éste acariciandome. tranquilos, mirando el techo estrellado, sonriendo.
- Te quiero David.- le susurré, feliz.
Todo había salido bien, al principio dolía un poco pero luego cambiamos y ya todo fue bien. Estaba nerviosa pero él consiguió hacer que estuviera tranquila. Pensé que no lo había hecho bien o que no era suficiente pero  para él parecía serlo. Todo salió correctamente (con protección... que nadie se piense jejeje ;))
Dormimos juntos...Hasta el día siguiente. Hasta que el sol entró por la ventana y el tejado de nuestro refujio se llenó de gaviotas.

Puf... esta es la entrada más atrevida de toda mi vida! Algunas podéis pensar que estas cosas no se cuentan o así pero me pareció algo tan bonito, tan de película, tan de libro que no quise dejar de contarlo. Siento si alguna se sintió violenta porque no fue mi intención. También pido disculpas por no pasarme tanto como de costumbre y por... no se, lo siento, pero me siento feliz, sumamente feliz.
Gracias chicas, sois las mejores :)